miércoles, 23 de marzo de 2016

Encíclica patriarcal y sinodal en la convocatoria del Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa


Prot. N°.: 314

† B A R T O L O M É  
POR LA GRACIA DE DIOS ARZOBISPO DE CONSTANTINOPLA,
NUEVA-ROMA, Y PATRIARCA ECUMÉNICO  
A LA PLENITUD DE LA IGLESIA,
GRACIA Y PAZ DE DIOS

Nuestra Santa Iglesia ortodoxa, “vestida de púrpura y lino fino” de la sangre de sus mártires, las lágrimas de los santos y las luchas y los sacrificios de sus confesores de la fe, celebra hoy el día de su onomástica. Después de un período de un siglo de duras luchas, este día fue identificado de manera apropiada como "Domingo de la Ortodoxia" señalando el día en el cual brilló la verdad y venció la mentira por la veneración de los iconos sagrados como portadores de la presencia personal y la gracia divina del Hijo encarnado y Verbo de Dios y Sus santos. De este modo  fue reconocido y proclamado para siempre  que "la Palabra se hizo carne y habitó en nosotros" (Jn. 1.14) honrando y santificando la creación material y nuestro cuerpo, para convertirlos en "participantes de la naturaleza divina" (2 Ped. 1.4).

En esta gran verdad salvífica, que combatieron los que niegan la veneración de las imágenes sagradas, el camino hacia la victoria de la verdad contra la falsedad, que siguió la Iglesia desde el principio a lo largo de toda su historia, es decir la verdad de la de conciliaridad. La distinción entre la verdad y la falsedad, la ortodoxia y la herejía, no siempre es perceptible. Incluso, los herejes creían y creen que poseen la verdad, y siempre existirán los que señalarán como "herejes" a los no están de acuerdo con sus puntos de vista. La Iglesia ortodoxa en este caso reconoce una sola autoridad: el Sínodo de sus Obispos canónicos. Sin decisión sinodal, la distinción entre la ortodoxia y la herejía no es posible. Todas las doctrinas de la Iglesia y sus sagrados cánones llevan el sello de la conciliaridad. La ortodoxia es la Iglesia de la conciliaridad.  

Este principio eclesiológico siempre lo ha recalcado la Iglesia ortodoxa, y lo aplica fielmente a nivel local. Regía durante muchos siglos a nivel ecuménico o pan-ortodoxo, pero fue interrumpido durante bastante tiempo debido a circunstancias históricas. Hoy nos encontramos en la posición agradable para anunciar oficialmente desde  nuestra sagrada cátedra ecuménica que por la gracia de Dios, y de acuerdo con todos los Primados de las Santas Iglesias Ortodoxas, celebraremos el Santo Gran Sínodo de toda la Iglesia Ortodoxa, decidido hace más de cincuenta años, en la isla de Creta del 18 al 27 Junio de este año, cuyas actividades se iniciarán con la Divina Liturgia Pan-ortodoxa en la Iglesia de San Minas de Heracleo el gran día de Pentecostés, y continuarán en la Academia ortodoxa en Kolimbari, La Canea . Este Santo y Gran   Sínodo será presidido por nuestra humildad, acompañado de los demás primados de las Iglesias ortodoxas, y participarán como miembros representantes de los prelados de todas estas iglesias.

El propósito principal e importante de este Sínodo panortodoxo  será enseñar que la Iglesia Ortodoxa es la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, unida no sólo en los sacramentos y especialmente la Eucaristía, y la fe ortodoxa, sino también en la conciliaridad. Este sínodo ha sido organizdo durante este largo período de tiempo por una serie de comités preparatorios y Conferencias Presinodales para que los textos de las decisiones sean unánimes, y su manifiesto sea "de una boca y un corazón".

Los temas que ocuparán el Santo y Gran Sínodo, predeterminados panortodoxos durante el desarrollo de las decisiones de la reunión tratan, en primer lugar, principalmente, problemas relacionados con la estructura interna y la vida de la Iglesia ortodoxa, que requieren una decisión inmediata, y que están relacionados con problemas en las composiciones de las relaciones con el mundo de la ortodoxia cristiana en nuestra epoca. Sabemos, por supuesto, que el mundo está a la espera de escuchar la voz de la Iglesia ortodoxa sobre los principales problemas que preocupan a las personas actuales.  Sin embargo, se consideró necesario que la Iglesia ortodoxa,  primero, tiene que ordenar su casa antes de dirigir la palabra al mundo, cosa que no va a dejar, porque es su deber. El hecho de que, después del paso de tantos siglos, la Ortodoxia exprese su conciliaridad a nivel internacional, constituye el primer paso decisivo, y se espera que por la gracia de Dios y, con la ayuda de Dios, otros sínodos panortodoxos se convoquen pronto.

Hermanos queridos y amados hijos en el Señor,

Los grandes acontecimientos históricos son impulsados ​​por la gracia de Dios, que es el Señor de la historia. Sembramos y cosechamos pero sólo Dios multiplica (I Cor. 3,8). El Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa es de hecho un acontecimiento histórico y por lo tanto ponemos nuestra esperanza en Dios para realizarlo. Llamamos a todos los fieles ortodoxos de todo el mundo, clero y laicos, que supliquen a Dios Trino para que corone este acontecimiento con sus bendiciones, fortaleciendo su Iglesia y glorificando su santísimo nombre. Los tiempos son críticos, y la unidad de la Iglesia debe ser un modelo adecuado de unidad de la humanidad desgarrada por divisiones y conflictos . El éxito del Santo y Gran Sínodo es un asunto de  todos los miembros de la Iglesia, los cuales están llamados a mostrar interés en el mismo. Ya los textos panortodoxos acordados y presentados al Santo Sínodo se han publicado y están a disposición de todos los fieles, no sólo para su información, sino también para expresar su opinión y sus expectativas del Santo Gran Sínodo.

Habiendo anunciado esto a todos los integrantes de la Iglesia ortodoxa en este día espléndido, pedimos que el Señor Dios done a Su Iglesia y a todos vosotros Su abundante gracia y bendición, y al mundo "la paz para todos en todos los sentidos" (II Tes. 3.16).

20 de marzo, en el año de salvación 2016 

+ Bartolomé de Constantinopla, ferviente suplicante ante Dios
+ Juan de Pérgamo, suplicante en Cristo
+ Isaías de Denver, suplicante en Cristo 
+ Alejo de Atlanta, suplicante en Cristo 
+ Jacobo de las islas de los Príncipes, suplicante en Cristo 
+ José de Proikonissos, suplicante en Cristo
+ Melitón de Filadelfia, suplicante en Cristo 
+ Emanuel de Francia, suplicante en Cristo 
+ Nicetas de los Dardenelos,suplicante en Cristo
+ Nicolás de Detroit, suplicante en Cristo 
+ Gerásimo de San Francisco, suplicante en Cristo
+ Máximo de Selimbria, suplicante en Cristo
+ Anfiloquio de Adrianópolis, suplicante en Cristo